Secretos de Barcelona
Cuando se vaya a visitar Barcelona uno se dará cuenta, o no, de muchos detalles que seguramente pasen desapercibido. En este post explicamos algunos secretos de Barcelona que poca gente conoce y que sin duda, será interesante fijarse cuando pases cerca de alguno de estos spots.
Bar clandestino
El Dry Martini (C/Aribau, 172) es uno de los mejores bares de la ciudad para tomarse un gin-tonic y es muy exclusivo, tanto que si no sabes la contraseña no entras. Su barra de madera está considerada una de las mejores del mundo.
Les Carasses
Las «Carasses» eran los anuncios de los prostíbulos del siglo XVII. Barcelona ha tenido siempre una estrecha relación con la prostitución. Quizás por su tradición portuaria ya desde la época romana, cuando los marineros eran usuarios.
Es en aquel siglo XVII, cuando se decide usar una simbología para marcar los edificios donde había los burdeles. Nacen así las carasses, unas caras de piedra que representaban la cabeza de un demonio o un sátiro o el de una medusa y que se colocaban en las calles donde se ejercía el oficio.
Refugios antiaéreos
Es posible visitar algunos de los que se utilizaron para protegerse de los ataques aéreos durante la Guerra Civil. De hecho, Barcelona fue la primera ciudad en tener a la población civil como objetivo de los bombarderos durante una guerra. A raíz de algunas obras se encuentran bajo tierra estos refugios. Se celebran visitas guiadas para explorar el lugar, y vale la pena apuntarse para descubrir el entramado de túneles que lo forman y que salvaron tantas vidas.
Estatua de la libertad
Dicen que Barcelona es el Nueva York español y con razón: los taxis son amarillos, el glamour se respira en cada esquina y tenemos nuestra propia Estatua de la Libertad. Desde luego que no es tan grande como la de NY pero el hecho de que no tenga tantas pretensiones la hace aún más especial. Se encuentra en la Biblioteca Arús (Passeig de Sant Joan, 26) y es una de las tres reproducciones que existen en el mundo (la otra es la de París, que también está al aire libre).
Escudo del barça en Santa María del Mar
Desde que se publicó el libro La Catedral del Mar cada día hay más gente que la visita. Muchos son los que han podido revivir los pasajes del best seller pero seguro que estaban tan entretenidos imaginando a Arnau que olvidaron que en una de sus vidrieras tiene camuflado el escudo del Barça.
Terraza Hotel Olivia Plaza
Es un poquito cara su entrada, pero el ambiente y las vistas a la ciudad que ofrece merecen bastante la pena. Ideal para disfrutar de un afterwork en un ambiente relajado con música Chill Out y/o para sorprender a alguien especial.
Termas romanas
C/Regomir 7-9. El comercio marítimo era importantísimo en aquella época y uno de los puntos de acceso a la ciudad era la Puerta del Mar, que a cada lado tenía dos termas para que se asearan los visitantes.
Hoy en día se pueden visitar, por un lado, un tramo de 17 metros de muralla romana del siglo IV y, por otro lado, los restos de unas termas del siglo I.
Las alcantarillas de Barcelona
Sí, huelen mal. Pero lo cierto es que existe una visita guiada al Depòsit de Retenció d’Aigües Pluvials Joan Miró en el que además de parecer que estás en medio de una película, se puede ver y entender cómo se canalizan los residuos o el agua procedente de la lluvia y qué hay bajo el Carrer Valencia.
La tienda de Souvenirs
No es una tienda de Souvenirs. El Chi Ton (Carrer de Provença, 300) parece una tienda más de souvenirs vulgar pero resulta que no es así. Bajo las tazas y demás «pongos» se esconde uno de los restaurantes asiáticos más exclusivos de la ciudad condal: el Chi Ton. Uno de los secretos de Barcelona mejor guardados.
Templo de Augusto
En pleno barrio gótico hay un rincón que resulta inspirador, es el patio medieval de la Calle Paradís, número 10. En él encontrarás cuatro columnas que antaño habían formado parte del Templo de Augusto. Tienen más de 2.000 años de antigüedad y miden 9 metros de altura. Un enclave sorprendente sobre todo por lo inesperado que resulta transportarse a la época romana.
Bombardeo aéreo de 1938
La Plaza de Sant Felip Neri se ha convertido en uno de esos lugares de serenidad y silencios llenos de significado: un espacio reflexivo en medio del bullicio del barrio gótico. Y es que en la fachada de la Iglesia aún pueden observarse los agujeros causados por impactos de metralla realizados en el bombardeo aéreo de 1938. Este ataque provocó la muerte de los 42 refugiados que se escondían en el subterráneo del convento. Más tarde, cuando se restauró la iglesia, no se quiso limar la pared de la fachada para que, de alguna forma, el testimonio de lo ocurrido se mantuviese vivo.
Acueducto romano
Se conoce que en Barcelona había dos acueductos para llevar el agua a la ciudad: uno, desde el río Besós y otro desde Collserola. Ambos llegaban a la actual Plaça Nova, donde puede contemplarse una reconstrucción del acueducto, además de las dos torres de defensa que todavía se conservan y otorgan un aire único a toda la plaza.
Otro vestigio del acueducto se haya en la Calle Duran y Bas, a la altura de la Plaça 8 de Març. Integradas en la pared de un edificio crean una atmósfera melancólica, están las cuatro arcadas de lo que fue esta hermosa estructura, hoy día casi un espejismo.
Modernismo con toques orientales
En la calle Carolinas, 24, en el Barrio de Gracia, existe uno de los edificios más fabulosos diseñado por el arquitecto de los arquitectos: Antonio Gaudí. Se trata de la Casa Vicens, un edificio lleno de imaginación con toques orientales y formas increíbles. Contemplar su fachada es una delicia. Tal vez por no estar en pleno centro de Barcelona y tampoco abierta al público, la Casa Vicens pasa desapercibida para la mayoría de visitantes. Uno de esos rincones selectos que todavía permanece protegido de las grandes masas de turismo.
El café d’estiu
Se encuentra en el Barrio Gótico y es una maravilla no sólo por su ubicación, a un paso de la Catedral de Santa Eulalia, sino por ser un oasis real en el antiguo jardín del Palacio de los Condes de Barcelona.
El Café d’estiu, puede ser pasado por alto con facilidad. Las calles estrechas que lo protegen, el mismo museo que lo disimula. Podrás verlo por una ventanita con enrejado de Forja y dragones.
Casa de la Misericordia
Otro de estos centros de beneficencia es la Casa de la Misericordia. Si te acercas allí podrás ver en la pared, incrustado, el lugar en el que se dejaban a los bebés recién nacidos y las limosnas. La antigua capilla de la Casa de la Misericordia es hoy una de las mejores librerías de la ciudad, La Central. Imprescindible entrar en ella.
¿Y tú, conoces algún otro secreto de Barcelona?